El pasado de Isolda

El olor me golpeó antes de verlas.

—Vaya —silbó Jo, girando dramáticamente en su silla—. Parece que alguien ha vuelto a ser el centro de atención.

Parpadeé ante las flores. Dos enormes arreglos estaban en mi escritorio como si fueran los dueños del lugar. Uno elegante, blanco y dorado. El otro—roj...

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