Eso no es justo

Mi garganta se secó.

—Ha vivido toda su vida pensando que es intocable —continuó Rowan—. Recordémosle que no lo es. Tomemos su imperio. Sus amigos. Su reputación. Hagamos que su nombre sea algo de lo que la gente hable en susurros.

—Has pensado en esto —dije suavemente.

Su sonrisa se volvió afila...

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