Algo de vainilla

Me acurruqué contra él, permitiéndome apoyar en su fuerza, su calor. Nos sentamos en silencio, abrazándonos, compartiendo un silencio de una manera increíblemente reconfortante.

Finalmente, Rowan rompió el silencio, mirando hacia la rueda de alfarería con una sonrisa burlona.

—Entonces, ¿la alfarer...

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