Estás sangrando

Ella se rió débilmente entre respiraciones.

—No empieces a hablarme como un doctor ahora, querido.

—Soy un doctor —le recordé, moviéndome para poder agarrar su muñeca y revisar su pulso.

—Presumido —murmuró, pero no se apartó.

Rowan conducía rápido pero con cuidado, sus manos apretando el volant...

Inicia sesión y continúa leyendo