Habla con él

Golpeé el suelo con los pies, brazos cruzados, tratando con todas mis fuerzas de no dejar que la rabia que hervía dentro de mí explotara en la estúpidamente perfecta oficina de Rowan.

Él estaba al otro lado, de espaldas a mí mientras terminaba una llamada, su voz calmada y compuesta—clásico Rowan, ...

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