Lady Persephone ha llegado

Tamborileé mis dedos en el volante mientras Jo rebotaba en el asiento del pasajero, pasando las páginas de su teléfono como si acabara de ganar la lotería.

—Esto va a ser genial —dijo, desplazándose furiosamente.

—Ya me estoy arrepintiendo de esto —murmuré, mirándola de reojo.

—Me lo agradecerás ...

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