Enfado y conversaciones

El teléfono sonó justo cuando terminé de tomar notas en el laboratorio. Mis sienes ya latían después de un largo día, y lo último que necesitaba era más caos. Pero cuando vi el nombre de Asher en la pantalla, suspiré y contesté.

—Asher —dije, sosteniendo el teléfono en mi oído.

—¿Dónde estás? —dem...

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