Una pesadilla

El sueño no llegó fácilmente esa noche.

Me revolvía en la cama, mi mente repitiendo las palabras de Gigi una y otra vez. Cada vez que cerraba los ojos, escuchaba su voz—aguda, calculada, llena de veneno.

Esa vieja bruja.

Voy a hacer que confíe en mí.

Las palabras se enroscaban en mis pensamiento...

Inicia sesión y continúa leyendo