Capítulo 169

Impulsada por una necesidad frenética de escapar, Reyana se levantó de la cama lujosa, las sábanas de seda deslizándose alrededor de sus tobillos.

Ignorando el dolor punzante en su cabeza, corrió hacia la ventana, abriéndola de un tirón con un jadeo.

Pero la vista que la recibió no era el vasto y ...

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