Capítulo 123

Después de llevarla al dormitorio, no podía dejar de besarla. Metí mi mano bajo su camisa y comencé a acariciar sus pechos. Quería meter mi mano en sus pantalones y jugar con su coño. Sin embargo, resistí el impulso. Quería estar dentro de ella. Lo que estamos haciendo ahora es suficiente. Ella meti...

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