Capítulo 76

Más tarde, cuando llegamos a la puerta de la casa, había sido forzada. Mirándola mientras estaba empapada, se podían distinguir sus curvas, y sus pechos eran intoxicantes. Odiaba dejarla. Entré en la casa, y todos los muebles estaban volcados, y había arañazos por todas las paredes. También había, n...

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