Capítulo 85

Me senté lentamente en el sofá de nuevo. El lobo gris me parecía familiar. Tenía que ser por los ojos. Tenía los mismos ojos que Alfred. Sus ojos eran color avellana. Igual que los de Alfred. Se quedó ahí, mirándome. Intenté que Sasha hablara con el lobo, pero no pudo. Alfred irrumpió por la puerta ...

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