No toques nunca lo que es mío

El olor a polvo se eleva en el aire mientras limpio la vieja estantería. Rosas rojas rodean hermosamente los bordes de las ventanas abiertas del salón.

—Eres tan graciosa —la madre de Saviour, que está sentada relajada en uno de los sofás, ríe, su mano adornada descansando en el brazo de la madre d...

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