Capítulo 128

Las lágrimas llegaron entonces y no pude detenerlas. Todo lo de los últimos días, el miedo y el dolor y el amor abrumador que estas personas tenían por mí, todo salió a borbotones.

Me volví primero hacia Orion y lo abracé, enterrando mi rostro en su hombro. Él me sostuvo fuerte y sentí que también ...

Inicia sesión y continúa leyendo