Capítulo 138

El trayecto al trabajo fue cómodo. No hablamos mucho, pero no fue incómodo. Solo dos personas que habían aprendido a sentirse a gusto en la presencia del otro.

Cuando llegamos al estacionamiento, vi la camioneta de Orion ya allí.

—Nos ganó otra vez —dijo Tristan.

—Siempre lo hace —respondí.

Entr...

Inicia sesión y continúa leyendo