Capítulo 188

—Es cierto —asentí, observando cómo Sarah calmaba hábilmente a su hijo. No podía esperar a que fuera yo, sosteniendo a mi propio bebé, aprendiendo sus señales y necesidades.

El resto del día pasó en un feliz desenfoque. Tristan y yo pasamos la tarde en la nueva casa, reuniéndonos con la diseñadora ...

Inicia sesión y continúa leyendo