Capítulo 190

—¿Athena? —dijo Tristan, preocupado, apoyándose en su codo para mirarme mejor—. ¿Estás bien?

No podía hablar. No podía moverme. Porque sabía exactamente de qué mensaje estaba hablando. Exactamente qué día, qué hora, qué momento había llegado ese mensaje.

Todavía podía recordarlo como si hubiera si...

Inicia sesión y continúa leyendo