Capítulo 55

Succioné más fuerte, dejando que mis dientes rozaran su pezón lo suficiente para hacerla jadear de nuevo, luego lo calmé con lamidas lentas.

Mi mano sostuvo el peso de su otro pecho, amasándolo lentamente mientras mi lengua lo lamía y rodeaba, sacando un gemido sin aliento de sus labios que fue d...

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