Capítulo 77

Me giré para ver a un hombre de unos cuarenta años acercándose a nosotros, bien vestido pero con las manos curtidas y la postura confiada de alguien que había pasado mucho tiempo alrededor de motocicletas.

Había algo en sus ojos que me hizo sentir instantáneamente recelosa —no amenazante, exactame...

Inicia sesión y continúa leyendo