15. Desmontarlo pieza por pieza.

Eros

Al principio, Eros quiso reír, luego, una ola de duda lo sumergió, quitándole el último aliento.

—Estás mintiendo —gruñó, la adrenalina llenando sus venas, convirtiendo el miedo y la sorpresa en ira.

—No lo estoy. Ojalá lo estuviera, hijo mío —su madre respiró hondo y se acercó a él, sen...

Inicia sesión y continúa leyendo