16. Eres igual que ellos.

Eve

Eve se estremeció, su espalda golpeando la puerta, al captar el tono oscuro en su voz. Al principio, sus palabras sonaron como una invitación. Cuando una sonrisa traviesa apareció lentamente en sus labios, de repente pareció más un desafío. Sus rodillas se sentían débiles, pero siguió fingi...

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