49. El corazón.

—¿Tienes idea de lo que has hecho ahora? —Su cuerpo temblaba de ira, las venas de su cuello se hinchaban y su piel se enrojecía. Eros apretó sus manos en puños, tratando de luchar contra cada fibra de su cuerpo que le gritaba que matara a la mujer que tenía delante.

—Si no matas a esa perra, lo har...

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