50. Manos humanas débiles, parecidas a espaguetis.

—¿Hola?— Usualmente, no contestaba llamadas de manera tan tensa, pero dado lo tarde que era, el que llamaba no le dejó otra opción. Por supuesto, a esta hora, nadie pensaría en tener una conversación amistosa, así que debía haber algo mal.

—Oye, amigo, ¿cómo va la vida?— Eros se rió, de pie junto a...

Inicia sesión y continúa leyendo