8. Mentiras y arrepentimientos.

Eve

Su corazón latía aceleradamente; la respiración se le atascaba en la garganta. Los ojos de Eve recorrían la habitación, buscando frenéticamente una forma de salir de la jaula que formaba su cuerpo. Eve suspiró, ideando en silencio la idea más loca.

—Déjame ir, por favor —aún tenía la esper...

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