82. Cada vez más cerca.

—Ah, veo que finalmente lograste limpiar este lugar. No hay botellas vacías por ahí, la oficina no huele como el escondite de un alcohólico. Buen trabajo, amigo mío —Zander se dejó caer en el sofá, sonriendo como una estrella de cine.

—Lo hice. Decidí que la autocompasión tenía que irse, si no soy ...

Inicia sesión y continúa leyendo