22 - Tienes doce horas

Mis poderosos puños chocaron contra la mesa y se partió en dos.

—¡Te la entregué, Azriel! ¿Cómo pudiste dejar que eso pasara?

Mis ojos estaban inyectados en sangre. Las cicatrices en el cuerpo de Ithra reaparecieron en mi mente y sentí el impulso de degollar a quienquiera que hubiera hecho tal mal...

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