24 - La pelota está en tu campo

Me senté frente a Zadok con una expresión aburrida en mi rostro. No entendía por qué tenía que cenar con él.

Mi habitación estaba más que bien y, honestamente, podría prescindir de ver su cara. Por alguna razón, él exigía que comiera con él.

Con lo que pasó la última vez que vine aquí, no estaba e...

Inicia sesión y continúa leyendo