44 - Un jabalí dormido

—No confías en mí —dije después de un largo silencio.

Ithra no se movió, confirmando mis suposiciones.

Solté una breve risa—. ¿Después de todo? Te conté todo lo que hay que saber sobre mí, ¿y aún así no confías lo suficiente en mí como para continuar el viaje juntos?

Mi tono era amargo. Porque pe...

Inicia sesión y continúa leyendo