Capítulo 51: No podía dejar que muriera

Corrí hacia Zadok con el corazón latiendo rápido.

—¡Abre los ojos!— Lo sostuve y coloqué su cabeza en mi regazo. —Ni se te ocurra morir.

Sus ojos se abrieron lentamente, y la sangre brotaba de su cabeza hasta su rostro.

—Ithra— dijo, respirando con dificultad.

Le costaba respirar.

—Shhh— le dij...

Inicia sesión y continúa leyendo