64 - No tan rápido, amigo.

ZADOK

Observé con horror cómo el dragón se llevaba a Ithra cada vez más lejos de mí.

—¡Espera! ¡Por favor! ¡No la mates! —grité con todas mis fuerzas, rezando para que el dragón me escuchara y reconsiderara su decisión—. Todo fue en vano.

En su lugar, el dragón la llevó hasta el techo de la cueva...

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