Rompiendo la rutina

Después del desayuno, me ofrecí a lavar los platos, aunque no era nuestra rutina habitual. Desafortunadamente, no era el trabajo ideal para mantener la mente ocupada. Mis pensamientos eran un lío desordenado, inusualmente fuera de control. Sentí el momento preciso en que mi cerebro señalaba a la glá...

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