Tentación

—Incorrecto —gruñó en mi oído—. Eres tentadora.

Sacudí la cabeza con duda, aunque mi corazón se estremeció ante sus palabras, luché por creerlas.

—Sí, claro —bufé.

—Hmm —ronroneó, sus labios suaves moviéndose delicadamente en mi cuello.

Mis manos agarraron puñados de su suéter.

—Hueles tan bien...

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