Capítulo 45

Jerold

El cuerpo desecado de un humano sostenía ese libro podrido, que descansaba a medias en una plataforma como si estuviera predicando antes de su muerte. Aunque no quería, recogí esa maldita cosa, pero el cadáver no quería soltarla...

Se lo arranqué de sus manos huesudas. Con ese tirón, un hedo...

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