Probablemente me lo agradecerás

Un poco más de una hora después del primer golpe, se escuchó otro. Jaz ya se había puesto el atuendo y estaba en medio de arreglarse el cabello cuando abrió la puerta. Cole parecía aliviado pero nervioso.

—Oye, Jaz, ¿está Lita aquí? Solo quiero hablar con ella, si está bien.

—Eh, en realidad no e...

Inicia sesión y continúa leyendo