La nueva normalidad

El mundo aún estaba oscuro cuando Lita se despertó de golpe. Sus ojos recorrieron inmediatamente la habitación, asegurándose de que estaba en casa. El sudor resbalaba por su garganta, su cabello pegado a su espalda y hombros. No podía respirar... no podía... Lita jadeaba, agarrándose el pecho. *Mie...

Inicia sesión y continúa leyendo