104. El nuevo hogar

—¡Dios mío, Max! ¿Es esta nuestra nueva casa? Es tan hermosa— exclamó Gabriella al entrar en la pequeña casa con paredes de vidrio construida sobre el mar.

Al ver a su esposa reír felizmente, Max también levantó las comisuras de sus labios. —Sí. ¿Te gusta?

La mujer, que inicialmente miraba a su al...

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