109. Un corazón roto

Con el pecho temblando, Max agarró el picaporte. La tristeza y la ira en su corazón aún chocaban entre sí, quemando el aire en sus pulmones.

—¡Deja de llorar! Gaby no puede preocuparse —pensó Max, haciéndose sugerencias.

Unos momentos después, el hombre finalmente pudo recuperar el aliento y poner...

Inicia sesión y continúa leyendo