116. La visita inesperada

Max y Gabriella se detuvieron en seco cuando sus ojos captaron la imagen de alguien inesperado. La atmósfera cálida se volvió helada de repente. No había más conversaciones ni risas. El silencio acompañaba a la pareja, que no se movió para saludar al invitado.

—¿Cómo estás, Max? —preguntó el hombre...

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