119. Derramando arrepentimiento

—Yo soy el verdadero bastardo, Max. No tú —dijo Julian antes de tragar con dificultad—. Por miedo a ser rechazado, inventé una historia que hizo que papá creyera que tú no eras su hijo.

Después de confesar, el hombre sollozó más fuerte. Su garganta cerrada comenzó a arder—. Lo siento, Max. No esper...

Inicia sesión y continúa leyendo