128. La hemorragia

—No tienes que inventar historias, Mia. Acabo de detener el coche en el estacionamiento. En un momento, me verás parado frente a ti. Ya no soy un cobarde, ¿sabes? —dijo Julian antes de desabrocharse el cinturón de seguridad.

Al escuchar la respuesta relajada del CEO, Mia se hundió más en la desespe...

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