14. Mi futura esposa

Max acarició la pálida mejilla de Gabriella. De repente, su corazón se llenó de un sentimiento indescriptible.

—Esta chica debe odiarme de verdad. ¿Podré enfrentarme a una esposa que guarda rencor contra mí?

La mano del CEO se movió para agarrar los dedos que antes estaban amenazados.

—Tengo much...

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