145. Cayden Evans

Max inhalaba y exhalaba repetidamente. Esperaba que su esposa pudiera seguirlo. Sin embargo, la mujer de rostro pálido ya no podía controlar sus pulmones. El dolor se había apoderado de su estómago.

—Me duele, Max —gimió Gabriella mientras apretaba más fuerte la mano de su esposo.

—Paciencia, Gaby...

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