22. Haz tu trabajo, esposa mía

Gabriella nunca imaginó que se casaría con un hombre rico y guapo. Toda su vida, solo conocía el piano y las partituras. Ni por un segundo la chica pensó en el amor. Por eso estaba mirando pensativamente el anillo de diamantes en su dedo anular.

—¿Realmente me casé?— No podía creerlo. Un segundo de...

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