59. Tocar accidentalmente

Pasaron quince minutos, Max había buscado una posición cómoda docenas de veces. Intentó acostarse de lado derecho, mirar al techo y dar la espalda a su esposa. Sin embargo, ninguna le resultaba adecuada.

—¿Cómo puedo dormir?— pensó el hombre mientras fruncía el ceño. Sin embargo, la mujer no parecí...

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