98. El estresado CEO

Mia había tocado la puerta varias veces, pero el CEO no respondía. Con el ceño ligeramente fruncido, la chica aumentó su voz.

—¿Señor Julian?

Desafortunadamente, pasaron cinco segundos y la atmósfera detrás de la puerta seguía en silencio.

—¿Qué está haciendo ahí dentro? —murmuró la chica antes d...

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