99. Venganza por los males

Antes de que Sebastián pudiera alcanzar a Mia, Julián lo había agarrado del brazo.

—No la molestes —dijo el CEO enfáticamente.

—¿Por qué? Sabes que apenas puedo soportar ver a personas tan arrogantes como tu hermano. Esa chica es una de ellas.

Un segundo después, Sebastián apartó la mano de Juliá...

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