Capítulo 150

En ese instante, Amelia sintió una punzada repentina de incomodidad en su corazón.

Su pecho se apretó con una sensación sofocante, como si algo querido para ella le hubiera sido robado por otro.

Desvió la mirada y se sentó en silencio, manteniendo su sonrisa compuesta, pero su aura se volvió fría ...

Inicia sesión y continúa leyendo