Capítulo 151

Cuando Amelia llegó a casa, Owen corrió hacia ella.

—¡Mamá, ven a ver el gatito! ¡Es tan lindo!

Amelia no había ni siquiera dejado su bolso cuando Owen, sosteniendo al pequeño gatito, corrió hacia sus brazos.

El esponjoso gatito, asustado, soltó un siseo y se lanzó debajo del zapatero, sus grande...

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