Capítulo 242

Silencio. Silencio ensordecedor.

Amelia estaba sentada tranquilamente en su silla de ruedas, una taza de té y un libro en la mesa a su lado. Detrás de ella había un caballete, y la brillante luz primaveral que entraba por las ventanas de piso a techo añadía un toque de tranquilidad a su presencia.

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