Capítulo 258

Amelia tomó un pequeño pastelito y lo dejó derretirse en su lengua. La delicada mezcla de sabores de frijol y rosa se extendió misteriosamente por su boca, trayendo una sensación de alegría.

—Esto es increíble —dijo, tomando otro sorbo de té—. Tú y Greta, ustedes dos...

—Nuestra relación es algo c...

Inicia sesión y continúa leyendo